El Sr. De la Raya le pide al conocido sastre Paul Crocce que le confeccione un traje a medida. En la última prueba le indica que la manga izquierda está ligeramente más larga. -Baje un poco el hombro izquierdo, extienda el brazo y la manga le quedará perfecta- le dice Crocce.
De la Raya se queja de que, al hacerlo, se forma un pliegue encima del pecho. -Saque el estómago, coloque la mano derecha en la cadera, y desaparecerá el pliegue, le dice el modisto.
De la Raya le dice que los pantalones no tienen buena caída. -Balancee un poco la pierna derecha hacia un lado, y los pantalones quedarán perfectos- le dice Crocce.
Intimidado por el famoso modisto, De la Raya paga su traje nuevo y se lo pone en casa. Camina por la calle bajando el hombre izquierdo, colocando la mano derecha sobre la cadera, sacándo el estómago y balanceando la pierna derecha hacia un lado. (!!!)
Dos médicos que pasaban por ahí comentan: – ¿Qué crees que le sucede a ese tipo?- pregunta uno de ellos.
-No lo sé – responde su colega- ¡pero qué buen sastre tiene!
Siempre habrá alguien que vea maravillas en un… ¡¡ «desastre» !!
JAJAJAJA
Me gustaMe gusta